A sólo 40 minutos de la Ciudad de México la Hacienda de San Andrés Retana, en el municipio de Ayapango, Estado de México, es una majestuosa propiedad colonial construida en el siglo XVI.
Ubicada en el centro de un pequeño valle agrícola, su clima es de montaña: templado durante el día y fresco por las tardes y noches.
Cuando se inició la construcción de la Hacienda San Andrés Leonardo da Vinci vivía en Francia y Miguel Ángel estaba terminando su monumental fresco “El Juicio Final” en la Capilla Sixtina.
De las primeras haciendas construidas en México este cautivador destino, abrió sus puertas como hotel, Trojes, Laberinto y Jardines para Bodas y Eventos desde hace 12 años con múltiples espacios arquitectónicos para aquellos que demandan estilo y discreta exclusividad, pero sobre todo, una experiencia auténticamente Mexicana.
El hotel de la Hacienda San Andrés ofrece además 40 hectáreas de paisaje cobijados por la cercanía de los Volcanes Izta y Popo quienes enmarcan a sus jardines, campos agrícolas y hortalizas para la contemplación de la naturaleza a grandes escalas.
Diego Rivera enmarco el patio principal de San Andrés para su primer cuadro registrado, titulado “La era” en 1904.
Importantes proyectos sociales que se ha desarrollado dentro de este recinto histórico, son los Eventos y Bodas.
Desde el 2017, San Andrés se ha ido posicionando como una atractiva alternativa para los amantes que viven cerca de la Ciudad de México, pero ha resultado también atractiva para parejas extranjeras que buscan celebrar envueltos de una sensibilidad mexicana para compartir con sus invitados desde pequeñas bodas boutique hasta espacios para 700 invitados.
A escasos 60 minutos del aeropuerto internacional de Ciudad de México y Puebla Hacienda San Andrés es un lugar sin parangón.
Llena de sofisticados estímulos, es un tesoro que busca preservar en esencia para seguir ofreciendo un turismo responsable de la más alta calidad.
A 20 kilómetros de la Sierra Nevada, de la región sudoriental del Valle de México y a 40 Kilómetros de la Ciudad de México se encuentra en el centro de un pequeño valle agrícola la Hacienda de San Andrés Teticpan, conocida por los lugareños como Hacienda de Retana debido al nombre de algún antiguo propietario, los conocedores del grano de ser el de mayor “sustancia” en toda la república.”
En 1610 es de considerar la situación fértil y prospera de la región, plena de ríos y de la propia Hacienda que constituía el sistema de producción agrícola vigente durante 300 años. La Hacienda vio pasar a lo lejos la Guerra de Independencia que no vivió de manera directa pero si en los cambios políticos y económicos que afectaron a todos los centro de producción en el País.
100 años después, durante la Revolución iniciada en la región en 1810 la Hacienda fue sucesivamente cuartel de las tropas revolucionarias y federales debido a su situación de aislamiento de las poblaciones cercanas.Durante la Reforma Agraria la Hacienda vio reducido su territorio original de 800 hectáreas que fue trasformado en 5 ejidos: los de Ayapango, San Bartolomé Mihuacán, San Martín Pahuacán, San Cristóbal Poxtla y Tlamapas.
Todavía sobreviven viejos Eucaliptos y otros árboles sembrados en esos años del decenio de los treintas. Esta información consta en los archivos de la propiedad en donde está registrada también la actividad económica y agrícola desde el año de 1810 hasta el de 1910. Actualmente Hacienda de San Andrés produce maíz, que ha sido la base alimentaria de la población desde la época prehispánica, distintos cereales como trigo y avena y hortalizas para consumo interno. Cuenta con criadero de conejos, borregos, gallinas y distintos animales de corral.
La Arquitectura de la Hacienda muestra en su construcción su estilo Europeo tanto en la forma como en los materiales con los que fue construida. Sus muros de mas de metro y medio de ancho son de gruesos adobes, piedra y barro y sus techos de dos aguas con tapancos de madera para la guarda de los granos están cubiertos con teja plana que fue traída a México como lastre por los barcos españoles en la época de la colonia.