Hacienda Soltepec

Como muchos pensarán, la historia de Soltepec al igual que el resto de las haciendas del país comienza con la llegada de los españoles a los territorios de las américas. Sin embargo, en el caso particular de nuestra hacienda, podría decirse que sus orígenes se remontan a tiempos incluso anteriores al arribo de los europeos; ya que el nombre de la misma, SOLTEPEC, proviene de vocablos indígenas otomíes; en dicha lengua esta palabra significa “Cerro de Codornices”.

De tal forma que este cerro cuyas faldas fueron elegidas para fincar la hacienda, ya había sido bautizado por los indígenas e incluso había sido registrado en el códice de Huamantla, uno de los documentos prehispánicos más grandes de Mesoamérica.

SIGLO 17 y 18
El primer dueño de las tierras de San Francisco Soltepec de quien se tenga registro, se trata de un cacique criollo de nombre Juan Maldonado, que murió en 1576.

Para 1626 la propiedad se encontraba en medio de un pleito entre dos familias que proclamaban ser herederos del antiguo dueño Juan Maldonado. El litigio terminó tres años más tarde. El resto del siglo XVII siguió viendo como dueños de esta propiedad a la familia Muñoz Camargo; descendientes indirectos de Juan Maldonado.

Para finales del siglo XVII ya ninguna familia descendiente del famoso Juan Maldonado poseía las tierras de Soltepec, sino un capitán del ejército llamado Joseph Dominguez Rico.

Durante el siglo XVIII fueron menos los dueños de Soltepec. El capitán Dominguez Rico, quien la compró un par de décadas atrás, heredó la propiedad a su esposa e hijo, quienes la mantuvieron hasta 1713, cuando fue comprada por Marcos Ximenez Bonilla, hombre señalado en los registros como un notario de la zona de Huamantla e Ixtenco, y que mantuvo posesión y administró la hacienda y sus tierras por más de 60 años.

SIGLO 19
Llega entonces el siglo XIX; con un torbellino de cambios históricos. Y durante los primeros tres cuartos de esta centuria la hacienda de Soltepec no sólo fue cambiando físicamente; integrando a sus tierras más gente, y a sus instalaciones nuevos edificios; sino que también cambió de dueños más de 4 veces; entre herencias, compra ventas y decretos gubernamentales

Fue hasta 1876 cuando llegó la edad de oro de la hacienda de San Francisco Soltepec, cuyas tierras llegaron a tener para ese año 3,474 hectáreas de extensión. Fue la época en que se edificó su hermosa y característica fachada. El entonces nuevo dueño, el Ministro Sebastián Bernardo de Mier y Armendaro, había puesto a cargo del proyecto arquitectónico a su sobrino Eduardo Tamariz y Armendaro; un prestigioso arquitecto poblano creador de importantes edificios de la ciudad de Puebla como la antigua casa de maternidad, y la cárcel municipal.

PRINCIPIOS DEL SIGLO 20
Los propietarios de Soltepec durante el amanecer del siglo XX fueron la familia De Haro; Catalina J. de Haro en 1905, Carolina García Teruel de Haro en 1918 y Amado de Haro en 1920. Se dice que tenían parentesco con el dueño anterior y el arquitecto de la hacienda.

Ellos conservaron la actividad agrícola del lugar y agregaron todavía un par de edificios en esos años. Mantuvieron posesión de la hacienda hasta la década de los 20’s.

Para ese entonces, los efectos de la Revolución Mexicana se sintieron en la propiedad, que perdió más del 95% de sus tierras; mismas que fueron donadas, mediante el Reparto Agrario, a los poblados de Ignacio Zaragoza, Pilares e Ixtenco principalmente.

ESCUELA NORMAL RURAL (1938 – 1943)
Derivado de un adeudo de los dueños anteriores con el Fisco, para el año 1938 la ahora “Ex – hacienda” de Soltepec estaba en manos del gobierno del estado de Tlaxcala.

En dicho año, el inmueble fue otorgado por parte del gobierno para que se convirtiera en la sede de la primera escuela normal rural del estado. 

Datos curiosos sobre esta etapa:
*La propiedad era del gobierno del estado de Tlaxcala y existía la intención de que pasara a manos de la federación para 1939.
*Contaba con una extensión de 250 hectáreas
*Para cuando la escuela fue fundada en Soltepec, el edificio presentaba signos de deterioro y abandono, estaba urgido de reparaciones importantes que durante los 5 años que duró la escuela nunca se completaron.

AÑOS 50’S, DON PEPE ZAMORA Y LA PELÍCULA “LA ESCONDIDA”
Basándonos en el propio relato del ingeniero Javier Zamora Alarcón, él tenía 6 años cuando su padre tomó posesión de la hacienda Soltepec. De modo que la propiedad tuvo que ser adquirida por la familia Zamora entre 1949 y 1950.

Como mencionamos antes, Ángel Zamora Briones compra la propiedad y al instante se la otorga a su hijo mayor, José Zamora Arroyo; como parte del patrimonio que deseaba darle.

La fortuna y buena suerte solía acompañar a don Pepe, quien ignoraba que mientras él se disponía a habilitar la hacienda para convertirla en su hogar, no lejos de ahí, en algún punto entre Tlaxcala y la ciudad de México, el escritor tlaxcalteca Miguel N. Lira y el Director de cine Roberto Gavaldón discutían llevar a la pantalla grande la adaptación de una novela del primero; La Escondida.

El autor de la obra condicionó el uso de su historia; mencionando que, si no se filmaba toda la película en Tlaxcala, no cedería los derechos de la novela. Eventualmente así sucedió y fue Hacienda Soltepec, la casa de don Pepe Zamora, la elegida para rodar ahí gran parte del filme.

Durante todo el otoño de 1955 se grabó la película “La Escondida” en Soltepec y en algunas locaciones de Huamantla. Por las calles de este y otros municipios tlaxcaltecas desfilaron los artistas más reconocidos del cine en aquel entonces: María Félix, Pedro Armendáriz, así como los hermanos Domingo y Andrés Soler

HACIA EL FINAL DEL SIGLO XX, EL SUEÑO DE DON PEPE ZAMORA.
A finales de los años 70, los esposos Zamora Alarcón emprendieron un viaje de placer a Europa.

En España, don Pepe conoce la figura de los hostales; lugares que ofrecían alojamiento y comida establecidos en antiguas casonas.

Desde entonces, al señor Zamora se le ocurrió hacer de su hacienda un hostal. La idea de don José era clara, Soltepec tenía todos los ingredientes para poder convertirse en un hotel; 1) La carretera pasaba justo frente al lugar, 2) Varias habitaciones disponibles para la renta, 3) Un par de salones que podían acondicionarse sin problema como comedores del restaurante, y 4) Su esposa, La More, quien podía cocinar los guisos más deliciosos y cautivar a los visitantes con su sazón.

De esa manera surge la idea que le daría a Soltepec su giro comercial principal, su razón de existir en tiempos modernos donde las haciendas eran ya un viejo recuerdo del porfiriato; en 1982 sus antiguos muros y techos albergarían al hotel – restaurant “La Escondida”

AÑOS 90; RESURGE “LA ESCONDIDA” TRAS LA PARTIDA DE DON JOSÉ ZAMORA
Comienza el año de 1993 y dos de los hijos de don José; Javier y Tere, deciden honrar la voluntad de su padre tomando las riendas de un negocio prácticamente inexistente.

Conformando un equipo, Javier, ingeniero civil de 49 años de edad, decide agregar al concepto de hotel restaurante un giro de negocio un poco más ambicioso; el desarrollo de un fraccionamiento residencial.

Pequeños detalles de obra civil como el empedrado en la parte exterior de la hacienda, así como la siembra de un centenar de árboles alrededor, fueron las primeras semillas plantadas durante esta administración, en pos de una mejor imagen para el lugar pensando en un futuro promisorio.

Muro

Hay destinos que guardan secretos y la posibilidad de vivir experiencias únicas. Hacienda Soltepec es  uno de ellos, gracias a su fantástica combinación entre el pasado y presente; considerando  las miles de historias que sus muros podrían contar, remontándose a la época dorada de las haciendas.

Soltepec es uno de ellos, se caracteriza por su arquitectura y rincones únicos  como sus salones, capilla  y   jardines que están diseñados para  realizar   evento Sociales como Bodas que le darán magia y encanto a tu proyecto.

Contamos con un hotel con capacidad para 137 habitaciones con diferentes categorías y temáticas,  ofrecemos una inigualable  propuesta Gastronómica poco explorada  de cocineras tradicionales y recetas que se quedaron guardadas en  las cocinas de hacienda.

Dentro de las actividades deportivas descubrirás el primer campo de golf Orgánico  en Latinoamérica de 9 hoyos y que próximamente se extenderá a 18,   canchas de tenis, de paddel,   squash, albercas   y  Casa club.

En el interior de la hacienda se gestan una serie de experiencias  como: Vuelos en Globo, Cabalgatas,  Tianguis Orgánico, Museo del Pulque y del Maíz, catas maridaje, recorridos guiados a la Malinche,  Leyendas nocturnas  y paseos en bicicleta. 

Somos el secreto mejor guardado de Tlaxcala.

En Hacienda Soltepec podras vivir experiencias unicas:
CABALGATAS
SENDERISMO A LA MALINTZI
VUELO EN GLOBO
PULQUERIA LA CURA
MUSEO DEL PULQUE
TIANGUIS ARTESANAL Y ORGÁNICO
CASA DE LAS BICICLETAS
TALLERES ARTESANALES Ademas de que en nuestras instalacion podras realizar:
BODAS
XV AÑOS
SESIONES DE FOTOGRAFIAS

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